Numen nace de una inquietud familiar y profesional. Atendiendo a la experiencia vivida a lo largo de los últimos 16 años, sabemos fehacientemente que todo aprendizaje significativo y generalizable a la vida misma, que verdaderamente aporte al desarrollo de las personas con TEA, parte de su bienestar emocional y avanza a fuerza de una presión gentilísima y consistente, que funciona a modo de «encofrado», de manera de crear estructuras. Valiéndonos de una sólida formación en el campo de la neuropsicología y específicamente en el de los Trastornos del Espectro Autista, hemos concebido una metodología que toma aquellos elementos que entendemos más valiosos y útiles de diversos abordajes basados en la evidencia y los amalgamamos en una modalidad de trabajo que optimiza la expresión del potencial de cada persona con TEA, sea cual fuere, sin apartarnos nunca del principio fundamental que rige nuestra práctica profesional: su bienestar.
Soñamos y logramos construir un espacio donde aquellas familias que afrontan día a día el desafío que significa tener a un chico con TEA entre sus miembros, hallan una respuesta global, innovadora y comprometida, intensiva y de calidad, a sus necesidades terapéutico/educativas, que son especiales y específicas; donde además los pacientes puedan disfrutar, aprendiendo fundamentalmente a interactuar y a comunicarse más eficazmente, y desde esta plataforma necesaria llegan a adquirir habilidades conductuales que incrementen su autonomía y adaptación.
Su fundadora y directora técnica es la Mag. Ps. Fernanda de Escarza, Licenciada en Psicología (Univ. Católica del Uruguay), Máster en Trastornos del Espectro Autista (Univ. de La Rioja, España), Experto Universitario en Trastornos del Lenguaje (Univ. de San Jorge, Zaragoza, España) y Profesor Asociado de la Escuela de Posgrado de la Universidad Católica del Uruguay, siendo docente de Trastornos del Neurodesarrollo en la Maestría en Psicología Clínica, opción Niños y Adolescentes. Formada en evaluación neuropsicológica y posgrado en Terapia Familiar Sistémica, tiene 24 años de ejercicio profesional y 16 dedicados a los trastornos del neurodesarrollo, específicamente los Trastornos del Espectro Autista. Su condición de madre de dos adolescentes con TEA aporta una cercanía vivencial con las familias, que constituye un diferencial trascendente; marca una impronta visible en todos los abordajes terapéuticos que se ofrecen en la clínica, en el respeto por el proceso y el hacer de cada familia y el empoderamiento de éstas a través de un intercambio y apoyo constantes.